Historia Económica de España
La Economía Española ha evolucionado bastante y ha pasado por diferentes acontecimientos a lo largo de la Historia, concretamente vamos a hablar de aquellos más relevantes y que han marcado más la economía hasta nuestros días.
La historia económica de lo que hoy es España se inicia hacia el año 2000 a. C., comenzando con el desarrollo de la cultura de los metales, empiezan en este periodo las primeras actividades comerciales con los pueblos del mediterráneo como fenicios, griegos y cartagineses. Los romanos (hacia el año 218 a. C.) transformaron la economía de Hispania, desarrollando fundamentalmente la agricultura y el comercio.
La unidad política española sucede a finales del siglo XV, pero con ella no conlleva la unidad económica, había distintos sistemas monetarios y fiscales según el Reino de Aragón o de Castilla. Por tanto no se efectuara la unidad en toda regla hasta principios del siglo XVIII, con la dinastía borbónica bajo los sistemas vigentes en Castilla.
España empieza, con retraso con respecto a los principales países europeos, a experimentar la industrialización, después de haber logrado la reforma de las instituciones y la legislación. Para este proceso fue clave la apertura hacia el exterior, y obtener tecnología, capitales y todo aquello que la economía española no podía proporcionar. Sin embargo, esta industrialización no culmina en una primera etapa, ya que el crecimiento industrial perdió fuerza antes de haber transformado profundamente la economía del país.
Vamos a hacer un recorrido de manera resumida de los principales sistemas económicos que han pasado por nuestro país y que de una manera u otra han influido en nuestro sistema actual.
1. Los primeros sistemas Agrario.
Al principio toda nuestra economía giraba entorno a la agricultura, la pesca y el pastoreo. No existía el dinero y todos los intercambios económicos se hacían mediante trueques, de modo que nuestros ancestros ignoraban lo que era una hipoteca o una empresa de trabajo temporal. Los intercambios que se realizaban estaban basados en los productos artesanales hechos a mano que sobraban de cada familia (excedentes). Estas constituían los principales núcleos económicos de las economías de subsistencia. Con las culturas que llegaron egipcia, griega y romana, en ese orden, el sistema esclavista constituyó la base de la economía. La principal riqueza provenía del trabajo de los esclavos en la agricultura. La guerra también se consideraba, una fuente de riqueza, debido al aprovisionamiento de esclavos y la mano de obra barata que se obtenía tras las conquistas.
Durante el imperio romano se aumento la actividad comercial, si bien no era muy eficiente pues toda las mercancías se enviaban a Roma y, desde allí, se redistribuían a todo el mundo.
2. El sistema Feudal
Con el derrumbamiento del imperio romano se produjo una gran vertebración de la actividad económica. El concepto de imperio protector con fronteras bien definidas se vino abajo y los campesinos, principales generadores de riqueza, se mudaron al castillo más cercano para protegerse de las hordas de invasores y saqueadores.
Cada señor feudal protegía a un número determinado de vasallos que trabajaban las tierras. A cambio de la protección, les entregaban una cantidad anual de su cosecha al señor y a la iglesia. Esto era lo que se conocía como diezmo, por equivaler a la décima parte de la cosecha. Durante esta época el comercio se reducía a ciertas ferias donde se compraban y vendían artículos artesanales.A finales de la época feudal comenzó a surgir una nueva forma de producción de riqueza, diferente a todo lo conocido hasta entonces (agricultura, ganadería, pesca y conquista) y basada en la aportación de un cierto valor añadido a las mercancías. Los gremios de artesanos, precursores de las fábricas. En esta etapa los ricos debían purgar su condición de privilegio mediante la entrega de limosna (caridad) y el cobro de intereses se consideraba una blasfemia. Llegaron los gremios a obtener más patrimonio que los propios nobles.
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